El presidente de México resolvió que el desempleo ya no es el último recurso, pues en el peor de los casos, ahora es un decreto. Y para que quede claro así estrenó su novedoso criterio enviando a la calle a más de 40 mil empleados que, a decir suyo, además de que no generaban riqueza al país, gozaban de privilegios que atentaban contra la moral política y empresarial, en especial, la de los políticos y empresarios más cercanos a él.
De manera tal que, ahora el Estado Mexicano resultó ser un simple cuentachiles que tiene como objetivo fomentar la riqueza económica y no las garantías individuales de la sociedad, convirtiendo este pasaje presidencial en uno de los eventos más representativos de cómo los gobernantes mexicanos buscan encubrir sus propias responsabilidades a base de decretos e indemnizaciones, aunque sea mediante maniobras amparadas en los gajes del fútbol, como lo narra esta columna

Es excelente tu columna... y efectivamente el último gol lo metió Calderón, ya nada más falta que diga que fue como el de Maradona en el mundial, es decir con "la mano de Dios", cuando quedó eliminada Inglaterra. Y solo hizo felices a los argentinos.
ResponderEliminarAsí Calderón, elimina a LyFC y deja felices a los empresarios que están como rapiñas disputandose la fibra óptica.
¡Afortunadamente eso está todavía por verse!
Pues yo estoy muy contento porque el presidente dijo que por seguir subsidiando al sindicato malvado, la luz subía de precio y podía haber apagones, así que ahora la luz no aumentará y no habrá jamás apagones ni fallas de voltaje como estos que sufrimos un día sí y otro también en el estado de Morelos, 100% CFE.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Rocío; mil gracias... Gabriel, qué milagro!
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